La noche del 24 de diciembre, solemos reunirnos todos en familia alrededor de una mesa con abundantes y diferentes platos para juntos compartir la alegría de conmemorar el nacimiento de Jesús.
Pero de un tiempo a esta parte, el pavo se ha convertido en la estrella de la mesa de tan importante celebración. Esta riquísima costumbre en realidad no nació acá. Se origina en Europa luego del encuentro con América.
Aparte de descubrir un sin fin de nuevas lenguas, costumbres y productos (como el cacao, la papa o la calabaza), los europeos también descubrieron el Huexolotl cuyo nombre castellanizado primero fue guajolote para luego rebautizarlo con la palabra latina Pavo.
Así, la costumbre en el Nuevo continente de comer pavo en fechas especiales y su difusión a lo largo de los territorios del imperio británico, han motivado la fama mundial de esta ave en la cena de Navidad.
Con la reconocida y peculiar sazón que tenemos los peruanos, se ha convertido a esta ave en un plato realmente delicioso y que, sin temor a equivocarse, ya es un plato tradiconal de la gran celebración navideña nacional.
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